sábado, 24 de marzo de 2012

ESTAR CANSADO ES NORMAL, ESTAR SIEMPRE CANSADO NO ES LO NORMAL

ESTAR CANSADO ES NORMAL, ESTAR SIEMPRE NO LO ES. Actualmente se está dando suma importancia a un conjunto de síntomas, que no siempre constituyen una enfermedad orgánica, pero que obligan a quienes lo padecen a concurrir a la consulta médica y hasta llegar al abandono de su trabajo por el gran deterioro psicofísico que producen. Con la llegada de la automatización de las tareas mediante las máquinas creíamos haber eliminado el cansancio (fatiga) sin embargo, por el contrario, el número de personas fatigadas ha aumentado considerablemente. Hoy el cansancio no es solamente físico y ya no se disipa después de una noche de sueño o luego de un fin de semana tranquilo. Frecuentemente perdura varias semanas o meses, y ya no se trata de un proceso normal consecuencia de un esfuerzo, sino que pasa a ser un síntoma común a numerosas enfermedades y entonces se denomina: astenia. En efecto, la astenia va ligada en parte a una enfermedad orgánica y en parte en relación a contrariedades o stress de la vida cotidiana, tanto en el trabajo como en la vida privada. Desde el momento en que experimentamos sensación de cansancio, nuestras reservas metabólicas manifiestan necesidad de restaurarse. El cansancio es parte de la inteligencia del cuerpo en la medida en que desarrolla el papel de señal de alarma o luz roja. A NOSOTROS CABE SABER INTERPRETARLA COMO TAL. La fatiga es universal y es para el ser humano una experiencia, una reacción normal como lo son el hambre y el sueño, y forma parte de la sensación inmediata que cada uno de nosotros es capaz de percibir y verbalizar. Todo esfuerzo constituye un gasto que hay que reembolsar. La fatiga señala que el saldo de la cuenta está en cero. El peligro aparece cuando haciendo caso omiso de esta señal de alarma, se corre el riesgo de volverse insolventes y las reservas tienden a extinguirse. La fatiga crónica se caracteriza por una sensación de cansancio al despertar que aumenta a lo largo del día, un estado de tensión emocional con dolores musculares en la nuca, espalda, y en las articulaciones, a pesar de la ausencia de esfuerzos importantes. Fácil irritabilidad con aumento de la agresividad para con los jefes, colegas, parejas e hijos. Al término de la jornada se sufre de insomnio o se experimentan pesados sueños repletos de pesadillas (muchas veces apelando a los tranquilizantes para dormir) dolores de cabeza difusos, falta de concentración y memoria, falta de energía y vitalidad. Es muy importante la disminución de la potencia y el desinterés sexual. Depresión y cansancio van a veces de la mano, sobre todo cuando la persona ve cómo se destruyen a su alrededor sus principios vitales. La relación entre neurosis y fatiga es más sutil, y suele referirse a conflictos que necesitan un análisis en profundidad. El Centro de Revitalización Biológica ha publicado una interesante estadística sobre 1.250 pacientes (ver publicaciones cientificas) con diversas patologías orgánicas y/o funcionales en los cuales uno de los elementos predominantes era la fatiga crónica, y donde se observan los beneficios de las modernas terapias biológicas en la resolución de estas sintomatologías. En efecto, allí se deduce que es fundamental un chequeo general especializado de la evaluación del desgaste orgánico (incluyendo el Diagnóstico Bio-Energético), para que dependiendo del caso pueda recurrirse a una terapia biológica que "recargue" el propio combustible que el paciente ha ido perdiendo (EMBRIONINAS®, Aminoácidos, Oligoelementos, Enzimas). Hay que insistir en la importancia de la psicoterapia cuando esté indicada, una alimentación correcta y una actividad física regular. Para finalizar, diremos que la fatiga crónica no debe ser minimizada. El paciente debe buscar ayuda en médicos competentes que dispongan de tiempo para concederle. Lo esencial en la lucha contra la fatiga es reconocer la causa para tratarla o prevenirla. La fatiga no ha sido aún vencida. Unicamente va cambiando de careta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario